Ya sabíamos que el estrés y la depresión provocan que quien sufre dichos males no pueda dormir bien. Pero, ¿sucede lo mismo al revés? Es decir: ¿la falta de sueño influye en que nos deprimamos más?
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Illinois ha revelado por primera vez que la falta de sueño disminuye la actividad de una región del cerebro conocida como Córtex del cíngulo anterior, vinculada entre otras cosas a como regulamos nuestra respuesta ante las emociones negativas.
El experimento demostró que los pacientes con insomnio tenían menos actividad en dicha área, y veían mermada su capacidad de reevaluar positivamente la realidad.
Para entenderlo gráficamente hay que contar que a los voluntarios se les mostró la foto de una mujer con una herida, y se les pidió que eligiesen entre dos opciones: 1. Era la víctima de un accidente. 2. Era una actriz maquillada para encarnar un papel. El resultado fue que aquellos que padecían insomnio eligieron mayoritariamente la primera opción, mientras que quienes no sufrían problemas de sueño prefirieron la segunda.
La conclusión es que el insomnio afectaba a la actividad cerebral de las personas, limitando su capacidad para ver las cosas de forma positiva. Es decir, que los pacientes lo veían todo negro.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López