Recientemente, una sentencia condenaba a dos años y medio de cárcel a una tuitera por hacer un chiste de humor negro sobre Carrero Blanco. Y no es la única, en nuestro país, el humor negro y retorcido no está especialmente bien visto. Especialmente el creado contra aquellas personas que han sufrido tragedias terribles como Irene Villa, quien no hace mucho dio su opinión al respecto.

Según un estudio publicado en la revista especializada Cognitive Processing, aquellas personas con humor negro y retorcido son más inteligentes que el resto. Claro, que en este caso no las buscaron en Twitter como podréis suponer, sino que realizaron varios experimentos in situ con 156 personas. Su prueba consistía en calificar caricaturas de humor negro del libro The Black Book de Uli Stein. Además, se les solicitaba que especificasen si habían entendido el chiste y, en tal caso, si les parecía bueno o lo encontraban vulgar, interesante o sorprendente. A su vez, los científicos midieron la inteligencia verbal y no verbal de todos los voluntarios, así como niveles de agresividad o cambios en su estado anímico.

Curiosamente, aquellas personas que disfrutaron con los chistes retorcidos fueron los que sacaron notas más altas en inteligencia verbal y no verbal. También coincidía que tenían un nivel educativo más alto y menos cambios de humor y menor agresividad.

El estudio concluye que las personas que disfrutan con este tipo de humor son más inteligentes ya que, en su opinión, se requieren habilidades cognitivas y emocionales para entender este tipo de chistes. Eso sí, no se dice nada de aquellas personas con alto cociente intelectual que sí entienden estos chistes pero no les hace gracia reírse de los males ajenos.

Fuente: iflscience.com

Redacción QUO