Si hay un insecto que la sociedad detesta, junto con las moscas y las cucarachas, son las chinches. Estos pequeños y molestos vampiros en miniatura tienen la mala costumbre de alimentarse de carne humana.
Desde 1999, los científicos han detectado determinados focos que confirman un aumento de la presencia de estos insectos. A consecuencia de la globalización, las chinches campan a sus anchas a lo largo y ancho del planeta, causando complejos problemas a aquellos a los que les toca enfrentarse a ellas. Pero, por suerte, según un estudio publicado en Scientific Reports, quizás unos científicos hayan dado con la forma de pararles las patas a estas villanas diminutas.
Gracias a investigaciones previas, los científicos saben que las chinches les vuelve locas nuestro olor corporal. El problema, es que desconocemos concretamente por cuál de ellas se siente tan atraída. Con la intención de averiguarlo, los investigadores se hicieron con unas cuantas maletas de ropa sucia y otras tantas que contenían ropa limpia. ¿Para qué? Para engañarlas.
La intención de los científicos era dejar la ropa sucia en una habitación sin seres humanos dentro y ver qué pasaba. Según las conclusiones de la investigación, las chinches eran «dos veces más propensas a introducirse en las maletas de ropa sucia que en la que tenía ropa limpia». Para los investigadores, esto significa que los Cimex lectularius tienen la capacidad de viajar por el mundo gratis gracias a tu ropa sucia.
¿Moraleja? cuando vayas de viaje, asegúrate que no dejas la típica bolsa de ropa sucia cerca de la cama y ten la precaución de cerrarlas mientras no la usas.
Redacción QUO