Así, en un primer vistazo, este curioso animal podría parecer una criatura prehistórica. Pero se trata de una tortuga caimán que acaba de ser encontrada en el estado de Illnois, lo cual tiene importancia ya que se trata del primer ejemplar salvaje descubierto desde el año 1983.
Esta especie, cuyo nombre científico es Macrochelys temminckii, está considerada la tortuga de agua dulce más grande del mundo, y destaca especialmente por su enorme cabeza, y por su caparazón que posee tres hileras osteodérmicas dorsales (un tipo de placas óseas que eran características de los dinosaurios), que le confieren esa apariencia prehistórica a la que aludíamos antes.
Estos animales pueden medir alrededor de 80 centímetros y pesar otros tantos kilos, aunque se han llegado a encontrar ejemplares de más de cien kilos de peso. Son carnívoros y se alimentan básicamente de peces a los que atraen con un apéndice con forma de gusano que tienen en su boca. Y pueden vivir una media de cien años.
Otra de sus características es su poderosa mordedura. Se dice que tienen tanta fuerza en la dentadura que serían capaces de arrancar un brazo, aunque hay que especificar que no se conoce ningún caso de persona que haya muerto por un ataque de esta tortuga.
Es originaria de Estados Unidos, aunque desde hacía treinta años no se habían descubierto nuevos ejemplares viviendo en libertad. Paralelamente, su cría en cautividad ha aumentado ya que cada vez más personas están adoptando a estos animales como mascotas, atraídas por su exotismo y su peculiar aspecto.
Vicente Fernández López