Los algoritmos informáticos pueden realizar “funciones cerebrales”, como reconocimiento facial ytraducción de idiomas, pero a los ordenadores todavía les falta tienen que funcionar como cerebros.
«Los ordenadores tienen unidades separadas de procesamiento y almacenamiento de memoria, mientras que el cerebro usa las neuronas para realizar ambas funciones – explica Mark C. Hersam, autor principal del estudio publicado en Nature –. Las redes neuronales pueden lograr cálculos complicados con un consumo de energía significativamente menor en comparación con un sistema digital».
En los últimos años, los investigadores han buscado formas de hacer que los ordenadores sean más neuromórficos, o que funcionen de un modo similar al cerebro, a fin de realizar tareas cada vez más complejas con una alta eficiencia. Ahora Hersam y su equipo se han acercado más a este objetivo al desarrollar un novedoso dispositivo llamado memtransistor (combinación de memristor y transistor), que funciona de forma similar a una neurona llevando a cabo el procesamiento de información y el de memoria simultáneamente. El memtransistor, de apenas 5 nanometros, está construido a partir de disulfuro de molibdeno de capa única (MoS2), también abarca múltiples terminales que operan de manera más similar a una red neuronal, al conectarse con otros seis terminales.
“Debido a que el disulfuro de molibdeno es atómicamente delgado – añade Hersam –, los campos eléctricos le influyen con facilidad. Esta propiedad nos permite hacer un transistor. Las características del memristor (muy básicamente una resistencia con memoria, que“recuerda” la corriente que ha fluido previamente a través del dispositivo) provienen del hecho de que los defectos en el material son relativamente móviles. Esto y la conectividad con otros seis terminales lo hace aún más similar a las neuronas en el cerebro”
En el futuro, el equipo de Hersam busca desarrollar dispositivos más rápidos y pequeños aún.
Juan Scaliter