La aldea siberiana de Vladimirovka, situada a unos treinta kilómetros de la frontera con China, fue el lugar dónde un pescador local hizo un macabro descubrimiento: una mano humana enterrada entre la nieve. Pero, cuando llegaron las autoridades y rastrearon la zona, descubrieron una gran bolsa de plástico que contenía otras 53 manos.
En total, todas las manos halladas conforman 27 pares y, por el momento, los responsables de la investigación han logrado identificar las huellas dactilares de uno de ellos, y ahora están tratando de hacer lo mismo con el resto. Pero, ¿de dónde han salido esos miembros amputados?
Se barajan todo tipo de teorías y una de ellas apunta (cómo no) a un asesino en serie. Pero las autoridades no son tan alarmistas. El hecho de que en la bolsa de plástico hayan aparecido también varios adhesivos médicos, hace pensar que el origen de los restos sea hospitalario y que procedan de autopsias o de algún tipo tipo de estudio clínico. Aunque se desconoce cómo y por qué quisieron deshacerse de ellos.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López