Desde la década de 1960, el estado de Florida tiene un problema con las iguanas. Se trata de una especie invasora que se ha multiplicado de forma espectacular y que, además de causas daños a la fauna y flora autóctonas, también provoca importantes de salud. Las heces que dejan en piscinas y fuentesde agua han provocado frecuentes bortes de salmonella.
Por ese motivo, los científicos han tomado una decisión drástica: reducir su población cómo sea. Y ese cómo sea es matándolas. Los investigadores han deliberado sobre cual sería la forma menos cruel de hacerlo, y han llegado a la conclusión que es suministrándoles una corriente eléctrica y, a continuación, golpear fuertemente su cabeza contra una superficie de piedra.
El propósito de usar la electricidad es para suministrarles una especie de anestesia. Luego, golpeando su cabeza con precisión se destruye su cerebro y el animal muere de forma instantánea. Aunque no todos los investigadores están de acuerdo, y creen que sería mucho más «humanitario» inyectarles un sedante y luego decapitarlas.
De momento, los científicos ya han acabado con la vida de unas trescienta siguanas. Y la matanza continuará. Esperemos que Iggy Pop no tenga que dar un concierto por la zona.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López