Desde 2013, ya se sabía que las personas con un sobrepeso cercano a la obesidad tienen menos capacidad para apreciar el sabor de la comida. Y, ahora, un estudio realizado por la Universidad de Cornell, en Estados Unidos ha descubierto por qué esto es así.
Los investigadores realizaron un experimento con ratones, a una parte de los cuales les dieron una dieta muy alta en grasas, y al resto una normal. Al cabo de un tiempo, observaron que los miembros del primero grupo tenían en la lengua un 25% menos de papilas gustativas.
Cada papila gustativa está compeusta por una media de unas 100 células, que se dividen en tres grupos especializados para detectar los distintos sabores. Y conforme esas células van muriendo, se van regenerando. Pero, ¿por qué los ratones con sobrepeso tenían menos?
La respuesta está en la grasa acumulada, que secreta una molécula llamada TNF-alfa, que es responsable de acelerar la muerte celular. Por ese motivo, los ejemplares con sobrepeso no regeneran las células a la misma velocidad a la que mueren, y acaban teniendo menos papilas gustativas.
Para comprobarlo, los investigadores dieron una dieta rica en grasas a ratones modificados genéticamente para no engordar, y el resultado fue que no se generó esa molécula. Y la buena noticia es que las papilas gustativas perdidas se vuelven a recuperar una vez que se ha bajado de peso.
Fuente. Science Daily.
Vicente Fernández López