Entre los usos saludables que se le atribuyen a la marihuana, está el de servir como tratamiento para aliviar algunos problemas estomacales. Pero, pese a ello, hay un grupo de consumidores a los que les provoca el efecto contrario; es decir, les revuelve el estómago, y les genera náuseas y vómitos.
A esta afección se la conoce como síndrome de la hiperémesis cannabinoide. Fue descrito por primera vez en 2004 por médicos australianos, y su aparición suele darse tras un período de unos diez años consumiendo esta sustancia de forma habitual (al menos veinte días al mes).
Ahora, un estudio realizado por investigadores de Nueva York, apunta a que alrededor de dos millones y medio de estadounidenses podrían sufrir este síndrome. Aunque se desconoce aún que es lo que provoca que afecte a algunos consumidores de marihuana, y al resto no.
Pero, ¿hay alguna forma de combatir sus síntomas? Pues parece que sí. Tal y como explican especialistas del UCHealth’s University of Colorado Hospital, darse duchas con agua caliente puede hacer desaparecer sus síntomas (solo temporalmente, eso sí), en la mayoría de los pacientes.
Los especialistas sospechan (aunque no tienen aún la certeza de que sea así) de que por alguna razón desconocida, algunos de los componentes de la marihuana afectan a los receptores cannabinoides (que están asociados a los mecanismos del dolor) del orgnanismo de los pacientes con este síndrome. Pero, al darse una ducha caliente, se activan otros mecanismos neurológicos que emiten una señal más potente que la de los receptores cannabonoides, anulando así los efectos físicos que causa este síndrome.
fuente. LiveScience.
Vicente Fernández López