Las nuevas excavaciones que se están realizando en las ruinas de Pompeya están deparando numerosas sorpresas. Y una de las más espectaculares ha sido este esqueleto. Perteneció a un hombre que murió intentando escapar de la furia del volcán, y que tuvo una muerte realmente espantosa: fue decapitado por una roca de trescientos kilos de peso que, además de arrancarle la cabeza, aplastó su pecho.
Los análisis han revelado que se trataba de un varón de unos treinta años de edad. También han encontrado lesiones en los huesos de la pierna, que sugieren que padecía algún tipo de discapacidad causada por una infección, lo cual le imposibilitó para lograr escapar de la muerte.
También han aparecido los restos de un niño de unos siete años de edad, que intentó buscar refugio en unos baños públicos, pero que con toda seguridad murió asfixiado por la nube de cenizas. Y, recientemente, también se han descubierto los restos extraordinariamente conservados de un caballo que también murió a causa de la erupción.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López