Unas obras realizadas en el sótano de una escuela de las afueras de la ciudad escocesa de edimburgo, han servido para realizar un macabro hallazgo. Se trata de unos restos humanos que con toda seguridad pertenecieron a un pirata del siglo XVI. El análisis de los restos ha revelado evidencias de que el hombre fue ejecutado en la horca, un castigo destinado a las personas acusadas de piratería. Además, fue enterrado en un sepulcro sin inscripciones, cómo si se quisiera borrar su dientidad.

El pirata escocés más célebre de aquel período fue Peter Love quien, en su barco The Príamo, se convirtió en el azote de navegantes holandeses y ritánicos. Fue ejecutado precisamente en Edimburgo en 1613, después de ser traicionado por un amigo y entregado a las autoridades británicas.

Redacción QUO