Las excavaciones que continuamente se realizan en Egipto sigue deparando hallazgos fascinantes. El más reciente de ellos es un gigantesco sarcófago fabricado con granito, que ha sido encontrado en los alrededores de Alejandría. Estaba enterrado a una profundidad de unos cinco metros, y los primeros exámenes parecen indicar que pertenece al periodo ptolemaico, que va desde el 323 al 30 antes de Cristo.
Pero lo que más llama la atención es su colosal tamaño, ya que mide casi tres metros. Los arqueólogos han explicado que el estado de la capa de mortero situada entre la tapa y el cuerpo principal, indica que el sarcófago no había sido abierto nunca, con lo que el cuerpo allí conservado estuvo a salvo de los saqueadores.
Pero, ¿a quién pertenecen los restos encontrados en su interior? Todo parece indicar que son de algún dignatario importante. En el sepulcro también ha aparecido un busto de marmol, probablemente del dueño de la tumba. Desafortunadamente, el rostro de la estatua fue deteriorado hasta hacerlo irreconocible. Y los investigadores creen que fue hecho a propósito. ¿Por qué?
Por el momento es un misterio sin respuesta.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López