Las llamativas rayas de la cebra han sido durante siglos un misterio para la ciencia. ¿Por qué la naturaleza las ha dotado de dicho aditamento? Durante mucho tiempo la teoría más aceptada ha sido que servían para mantener frescos sus cuerpos. Cómo es bien sabido, las superficies negras absorben más calor que las claras. Por eso, se creía que cuando el aire caliente que desprendían las franjas negras, chocaba con el aire más fresco que provenía de las más claras, se creaban una especie de vórtices que actuaban como ventiladores que refrescaban al animal.
Pero, ahora, un estudio realizado por un equipo de la Lund University, en Suecia, echa por tierra dicha teoría. Los investigadores realizaron un experimento con barriles pintados a rayas, y las pruebas revelaron que la temperatura de los mismos nunca bajaba. Pero, entonces, ¿para qué sirve las rayas?
Los investigadores suecos creen que se trata de un camuflaje óptico que mantiene a las cebras a salvo de los tábanos y otros insectos que chupan la sangre de los mamíferos. Ya se había observado que estos insectos atacan más a los animales de piel oscura que a los de piel clara. Eso es debido a la luz polarizada que emiten las superficies oscuras. Pero las rayas blancas de las cebras actuaría como una especie de contrapeso que eliminaría la emisión de esa luz polarizada.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López