Dos de las enfermedades más devastadoras del planeta continuarán siendo asediadas desde los flancos de la prevención, la inmunización y el tratamiento. Sin una solución definitiva a la vista, sí podemos esperar novedades para mantenerlas en jaque. Mariano Esteban, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) es responsable de un prototipo de vacuna “basada en virus y es aplicable a los subtipos B y C de VIH, que suman el 70% de las infecciones”, explica. Tras superar un ensayo en individuos sanos, cuyas defensas se activaron y se mantuvieron alerta durante al menos un año, y en los que se produjeron anticuerpos y linfocitos T de memoria, en 2012 se esperan datos del siguiente paso, ya en marcha: “Comprobar si puede ayudar a controlar la infección y mejorar la calidad de vida en individuos infectados”.
También habrá resultados sobre otros prototipos de vacunas desarrollados en Europa y EEUU, sobre todo, y “hasta qué punto consiguen activar la respuesta inmunitaria tanto solos como administrados en combinación”, pronostica Esteban, quien también recomienda mantener la atención sobre avances importantes en “los anticuerpos de diseño, destinados a neutralizar el virus”.
En cuanto a la tuberculosis, que en 2010 padecían 8,8 millones de personas, “a finales del próximo año las empresas Ibotech y Otsuka podrían sacar al mercado medicamentos que, en combinación con otros, acorten el tratamiento”, según declara Lucica Ditiu, directora ejecutiva de la Alianza Stop TB. Un paso fundamental, porque la medicación debe ser tomada durante 6 meses o 2 años, dependiendo del tipo de tuberculosis, e implica efectos secundarios. Si se interrumpe, el virus gana en resistencia. En cuanto a una vacuna nueva, Ditiu declara que: “Hay dos grupos trabajando en ella, pero no se esperan resultados hasta 2020”.
Pilar Gil Villar