Ningún lugar en la Tierra se escapa de verse afectada por un temblor sísmico, y España no es una excepción. De hecho, en las últimas semanas diversos terremotos de 3,5 grados en la escala Richter (el ocurrido en China en mayo llegó a los 7,8 grados) se han hecho notar en varios lugares de la geografía española: el 12 de mayo en Tenerife, y más recientemente, entre el 21 y el 22 de julio, en Murcia, Valencia y Girona.
En este sentido, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) recuerda que España ha sufrido a lo largo de su historia destructivos terremotos que han llegado a cobrarse la vida de miles de personas.
Por ello, el IGN cuenta con una red de vigilancia sísmica y mapas de riesgo, y en su web se pueden encontrar datos sobre los terremotos registrados en los últimos diez días no sólo en España, sino en todo el mundo; informes sísmicos sobre los eventos más importantes; o mapas de sismicidad de la Península Ibérica y sus zonas más próximas.
Por su parte, varias normativas obligan a los constructores a hacer edificios más sismorresistentes en zonas de riesgo. Por ello, antes de comprarse una casa, no vendría mal consultar si se ha cumplido con esta normativa específica y si las instituciones de la zona cuentan con planes de emergencia en caso de encontrarse en una zona de riesgo.
¿Y cuáles son estas zonas? En términos generales, parte de Galicia, el sur y el sudeste de la Península, especialmente Almería y Granada, los Pirineos, la cadena costera catalana y Murcia y el Sistema Ibérico. Y ojo, que las zonas de litoral tampoco están a salvo de poder sufrir un tsunami. En Canarias, los riesgos se relacionan con el vulcanismo.
Redacción QUO