Portus, un antiguo puerto marítimo del Imperio Romano en la desembocadura del Tiber ha desvelado el mayor canal de esta histórica civilización. Con sus 100 metros de ancho, se utilizó para llevar a Roma las mercancías procedentes de todo el Imperio durante más de 400 años, según sus descubridores, un grupo de arqueólogos de las Universidades de Cambridge y la Escuela Británica en Roma, que ofrecen imágenes y más información en su web
El canal habría estado conectado con el cercano puerto fluvial de Ostia, a más de tres kilómetros de distancia. Sus grandes dimensiones habrían permitido la descarga de los grandes buques de alta mar para su posterior desembarco en barcos más pequeños que podrían surcar el Tiber hasta los muelles y almacenes de la capital imperial.
Hasta ahora, se creía que las mercancías tomaban una ruta terrestre más tortuosa a lo largo de la Vía Flavia, por lo que el descubrimiento cambia por completo esta percepción. Y también ha servido para demostrar que el tráfico comercial con el norte de África era mayor de lo que se pensaba.
Redacción QUO