Los cultivos de maíz genéticamente modificado ayudan a reducir las plagas de sus vecinos convencionales, y por ello ambos experimentan beneficios económicos. Es la conclusión de un estudio, publicado en Science, que aporta argumentos a favor del uso de los controvertidos transgénicos.
Los responsables del estudio, un equipo de varias universidades y centros de investigación estadounidenses, han descubierto que el maíz transgénico Bt, utilizado en EE.UU. desde hace décadas, reduce las poblaciones de la palomilla barrenadora europea no sólo en este tipo de maíz, sino también en las plantaciones vecinas de maíz convencional. Por ello, apoyan las políticas de incentivos para plantaciones mixtas: por un lado se benefician de los efectos plaguicidas del maíz transgénico, y por otro lado, no tienen que pagar el precio mayor de la semilla Bt en el cultivo convencional.
Los científicos, representados por William Hutchinson, de la Universidad de Minnesota, estiman que durante los últimos 14 años, los estados de Illinois, Minnesota y Wisconsin han ahorrado unos 3,2 mil millones de dólares al cultivar ambos tipos de maíz simultáneamente, y que Iowa y Nebraska han ahorrado unos 3,6 mil millones de dólares. La palomilla barrenadora europea del maíz, un insecto plaga introducida accidentalmente en la región medio-occidental de EE.UU. en 1917, provoca pérdidas en cultivos de alrededor de mil millones de dólares cada año.
Redacción QUO