Un equipo de científicos, liderado por Fuyuhiko Tamanoi, de la Universidad de Kyoto, logró establecer un modelo versátil y de gran efectividad para analizar diferentes tipos de tumores.
Los expertos desarrollaron el modelo a partir de células de cáncer de ovario cultivadas y trasplantadas en la membrana que rodea un embrión de pollo de 10 días.
El equipo de Tamanoi obtuvo resultados similares cuando utilizaron muestras de tumores ováricos tomadas directamente de los pacientes, lo que demuestra que su modelo proporciona un sistema conveniente para replicar el cáncer humano.
El avance, publicado en Scientific Reports, tiene varias ventajas sobre los modelos existentes, como los de ratón, para probar terapias contra el cáncer. Los tumores se forman mucho más rápidamente en las membranas embrionarias que en los ratones debido al ambiente rico en nutrientes y al sistema inmune incompleto en esta etapa del desarrollo embrionario. También son mucho más económicos que los ratones inmunocomprometidos.
“Nos sorprendió que el tumor se formara en solo tres días – explica Tamanoi en un comunicado – . Esto es muy rápido teniendo en cuenta que lleva semanas hacer lo mismo con los ratones. El nuevo modelo nos permite evaluar medicamentos contra el cáncer adaptados a las necesidades de cada paciente con cáncer y todo el proceso puede completarse en una semana. Es un paso importante hacia la medicina individualizada para pacientes con cáncer”.
El equipo de Tamanoi, en colaboración con colegas en Francia y Arabia Saudita, también desarrolló un nuevo tipo de nanopartícula de sílice biodegradable llamada ‘PMO biodegradable’, que tiene solo 200 nanómetros de tamaño. Las nanopartículas se cargaron con el fármaco anticancerígeno doxorrubicina y se analizaron en un tumor ovárico humano ubicado en el embrión de gallina.
La
partícula eliminó rápidamente los tumores ováricos humanos sin afectar a otros órganos en el embrión de pollo. En cambio, cuando se inyectó una cantidad menor del fármaco, que no estaba recubierta por las nanopartículas, sí se produjo un daño orgánico grave.
Juan Scaliter