¿En qué postura copulaban estas criaturas? Tomando como modelo el diorama del museo asturiano, el paleontólogo Fidel Torcida asegura que: “Es una imagen muy creíble, aunque habría que modificar la postura del macho. Está demasiado recto, y así sería imposible que su cloaca, que estaría debajo de la cola, encajase con la de la hembra”. Además, algunos expertos consideran difícil que un animal de tal magnitud pudiera mantenerse erguido, porque no habría corazón que fuera capaz de bombear el torrente sanguíneo suficiente para mantener activo el cerebro. Pero García Ramos, director del MUJA, replica a este argumento: “Eso es cierto en el caso de los dinosaurios de mayor tamaño, como los diplodocus. La distancia del corazón a la cabeza es de ocho metros y el corazón no podría proporcionar el riego sanguíneo necesario. Pero no es lo mismo con el tiranosaurio, un animal más pequeño. En su caso, la distancia del corazón a la cabeza no llega a los dos metros, y su corazón podía tener una capacidad de bombeo tres veces superior a la del ser humano. Estoy convencido de que el macho podía mantenerse erguido”. Aunque con respecto a la postura del diorama, reconoce que: “Está un poco forzada, para que el público aprecie la imagen con claridad; por eso, la actitud del macho resulta algo antinatural”.
Redacción QUO