Entre los muchos ancestros a partir de los cuales ha evolucionado la especie humana se encuentra el Acanthodes bronni, un tipo de pez que se separó del linaje de los tiburones en la era Paleozoica, hace aproximadamente unos 300 millones de años. Eso significa que humanos y tiburones compartimos un ancestro común. Pues bien, ahora acaban de identificar sus restos.
Fue en el año 2001 cuando se descubrieron los restos de un extraño tipo de tiburón prehistórico que supuestamente carecía de dientes, por lo que le pusieron el nombre de Gladbachus adentatus. Pero, ahora, investigadores de Cambridge y del University College de Londres, han analizado más minuciosamente ese fósil y han llegado a la conclusión de que se trata de una especie de transición entre el acanthondes y los condictrios, es decir entre las que dieron lugar respectivamente a los linajes de humanos y tiburones.
Los restos de este animal tienen una antiguedad aproximada de 440 millones de años y, además, en contra de lo que se creía en un princpio, si que tenía dientes.
Vicente Fernández López