En arqueología, la expresión «más antigua» tiene un valor relativo. Los descubrimientos se suceden unos a otros y hacen que lo que en un momento era el resto más viejo conocido, de repente deje de serlo tras un nuevo hallazgo. Esta reflexión viene al caso porque, recientemente, informamos del descubrimiento en una tumba egipcia de los restos de queso más viejos conocidos hasta la fecha.Su antigüedad fue datada en más de 4.000 años.
Pero, ahora, un estudio realizado por un equipo del Pennsylvania State University’s Department of Anthropology ha encontrado otros que los superan. El hallazgo se ha realizado analizando los restos orgánicos que contenían varias piezas de cerámica procedentes de yacimientos situados en la actual Croacia.
Los análisis realizados revelaron que se trataba de restos de queso y yogur, y que su antigüedad aproximada es de unos 7.000 años, lo que los convierte en los más viejos conocidos. Este hallazgo demuestra además que la elaboración de productos fermentados a partir de la leche, es una práctica más antigua de lo que se creía.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López