Los llamados pingüinos adelaides son una de las dos únicas variedades de esta ave que viven en la Antártida. Y, ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, han descubierto una especie de fosa común natural, con los restos momificados de centenares de ejemplares.
La mayoría de las aves momificadas eran crías, y las pruebas de datación realizadas revelron que murieron de forma masiva en dos períodos históricos diferentes. La primera ola de mortandad se habría producido hace 750 años, y la segunda seriá más reciente; de hace 200 años.
Pero, ¿qué los mató? Los investigadores creen que fue debido a que el clima se volvió mucho más húmedo, y se produjeron lluvias torrenciales que causaron inundaciones. En ese contexto, las crías de pingüino murieron por hipotermia, a la vez que las fuertes lluvias arrasaban las áreas en las que las hembras ponían sus huevos. Una serie de eventos catastróficos que, según los autores del descubrimiento, tuvo que suponer una merma considerable en la población de pingüinos de la Antártida.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López