Una ola humana en un partido de fútbol, normalmente gira en el sentido de las agujas del reloj, se “contagia” a una velocidad de 12 metros por segundo (unos 20 asientos) y alcanza un grosor de 6 a 12 metros, lo que corresponde a unos 15 espectadores. Estos son algunos datos curiosos de un estudio publicado en la revista Nature.
El físico Támás Vicsek, de la Universidad de Budapest (Hungría), ha desentrañado los misterios de esta coreografía futbolera y ha descubierto que se origina y propaga siguiendo un modelo matemático similar al de ciertos fenómenos físicos, como las contracciones del tejido cardíaco, la expansión del fuego en un bosque y las olas del océano.
Visek asegura que su investigación ayuda a comprender cómo nos comportamos en una multitud, y podría servir para evitar incidentes cuando nos reunimos en grandes masas.
Se desplaza 20 asientos por segundo
Se originó en el Mundial de México 1986 y por eso se llama ola mexicana. Ahora, los investigadores han descubierto que bastan 25 hinchas para originarla, y que se mueve a 20 asientos por segundo.
El fuego se propaga igual que la ola
Los investigadores que analizaron la ola humana descubrieron que la forma en que se propaga responde al mismo modelo matemático que un fuego cuando se extiende en el bosque.
El mar sigue el mismo modelo
Mareas, vientos y tormentas producen la energía que necesita una ola en el mar para originarse. Esta energía se transmite a través de las partículas del líquido, y el proceso, expresado en un modelo matemático, es idéntico al de la ola en el fútbol y el fuego en el bosque.
Descubren la clave del éxito
25 personas bastan
El estudio está hecho con personas sentadas a una distancia no superior a 3 metros entre sí. Lo que muestra el gráfico es que, cuantas más personas inicien la ola y más cerca estén la una de la otra, mayor es la probabilidad de éxito. Basta con un grupo de 25 espectadores a menos de tres metros para que se propague.