En teoría, todos tenemos algunas nociones sobre cómo reaccionar ante una situación de vida o muerte si nos perdemos en plena naturaleza salvaje. Pero el colorido abanico de técnicas, remedios naturales y conocimientos populares que se supone que te salvarán la vida está plagado de mitos. Es sorprendente que aún creamos en ellos.
Hazte el muerto si te ataca un oso
Puede que la técnica funcione con algunas especies como los osos pardos y los grizzlies. Si uno de ellos te ataca para proteger a su prole y te alcanza, quizá tumbarte boca abajo y taparte la cabeza, haciéndote el muerto, consiga que desista. Pero si el ataque es predatorio, es lo peor que puedes hacer: en ese caso, lucha por tu vida.
Hay que chupar el veneno de serpiente
Recuerda que la naturaleza es más sabia que tú, y mucho más mortífera. El veneno de una serpiente entra directamente en el torrente sanguíneo justo después de la mordedura. Chupar la herida le aportará tus propias bacterias y, en el peor de los casos, puede que acabes tragando veneno que se ha quedado en la superficie. Lo mejor que puedes hacer es tranquilizar al herido para que el corazón bombee lo más lentamente posible y mantener la herida por debajo de la altura del corazón mientras corréis a un hospital.
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Puedes hacer fuego con dos palos
Se puede hacer fuego con dos palos, que no es lo mismo. Si piensas que puede hacerte falta esta destreza deberías aprenderla cuanto antes. La técnica no es fácil y, probablemente, no serás capaz de conseguir la llama la primera ni la segunda vez que lo intentes.
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El musgo crece en la cara norte de los árboles
El norte siempre es más húmedo, y eso puede favorecer que las colonias de musgo sean más grandes en esa zona. Pero, en realidad, puede colonizar cualquier parte del tronco. Depende de las condiciones ambientales, así que no te tomes este consejo al pide la letra si quieres saber hacia dónde caminas.
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Si te ataca un tiburón, golpéale la nariz
No dejes de intentarlo si quieres demostrar que eres el tipo más hábil de tu barrio, pero no es lo mejor que puedes hacer si lo que deseas es evitar su mortífero ataque. Lo más efectivo es interponer cualquier objeto sólido en su camino, cosa que tampoco eso tarea fácil. Si tienes la ocasión, aráñale las branquias y los ojos.
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