Estas cosas de quedar con los amigos para tomarse unas cañas tienen mucho peligro. Se empieza hablando de coches y se termina fabricando un todo terreno que, como el pub donde se las tomaban, se llama Grenadier.
Jim Ratcliffe es uno de esos tipos amantes de la aventura y el todoterreno. Además, es el dueño de Ineos, uno de esos impresionantes consorcios industriales que en España nos suena básicamente porque tienen un equipo de ciclismo que participa en los principales tours. Hasta ahora el grupo no había desarrollado ninguna actividad en el mundo del automóvil. Pero eso era hasta este momento. Mejor dicho hasta 2017 cuando Jim Ratcliffe, en una de esas quedadas de cañas con sus colegas, empezó a lamentarse de que apenas quedaban en el mercado todoterrenos de verdad, de esos que son capaces de hacer burradas. Tras un par de «a que no hay narices» por parte de los amigos, el dueño de Ineos entró al lance. Nació una idea que ahora ya ha tomado forma bajo el nombre de Ineos Grenadier, en honor al pub londinense donde surgió esta osadía.
Las líneas del Grenadier están basadas en los grandes todoterrenos de la historia.
Un poquito de allí y otro de allá
Además de la idea, hacía falta un proyecto, una fábrica, profesionales, operarios… Nada que no se pudiera conseguir con el soporte financiero del grupo Ineos. Jim Ratcliffe contrató a los mejores profesionales del sector y aquí, en España, a Fernando Sainz, un mago de la comunicación que convierte en oro todo lo que toca. ¿Y la fábrica? Tras sopesar la idea de construir una factoría, decidió que era más operativo comprarse una ya en funcionamiento. Así que hablo con Smart, que tiene una en Hambach, Francia, y se la quedó con la condición de que en los próximos dos años los de Smart, que pertenecen ahora junto con Mercedes-Benz al grupo chino Geely, pudieran seguir fabricando allí sus coches simultáneamente con los nuevos Ineos Grenadier.
La capacidad de vadeo del Ineos Grenadier puede llegar a los 80 cm.
Lo mejor de cada casa
La política con el resto de los elementos del coche siguió el mismo camino. Acuerdos, acuerdos y acuerdos. El primero, y fundamental, fue encargarle a Magna Steyr el desarrollo de esa idea loca que surgió en el pub londinense. Magna Steyr, originariamente llamada Steyr Daimler Puch, fue la que desarrolló en 1979 el primer Clase G, otro purasangre del todoterreno. Las alianzas siguieron con Bilstein, el mejor fabricante de amortiguadores o, al menos, uno de los mejores.
En el Ineos Grenadier, bajo las alfombrillas, hay unas válvulas de achique para poder lavar el interior con una manguera.
Brembo se encargó de los frenos, al igual que hace en modelos deportivos como el Pagani Zonda F o el Porsche 918 Spyder. Los asientos se delegaron en Recaro, marca mundialmente conocida en el mundo de la competición. ¿Y la caja? ¿Quién mejor que ZF para desarrollarla? ZF es otro coloso en el mundo del automóvil que equipa de cambios de marchas a las principales marcas del mercado.
Solo quedaba decantarse por un proveedor para los motores. Aquí la responsabilidad recayó en BMW y en dos de sus propulsores estrellas. En diésel el elegido fue un motor de 249 CV de 6 cilindros en línea y 3.0 litros de cilindrada y el gasolina un 285 CV, también de 3 litros y 6 cilindros. Nada de mecánicas híbridas ni eléctricas ni a corto ni a largo plazo. En lo que sí está trabajando Ineos de cara al futuro es un motor alimentado por hidrógeno verde, aunque todo el proyecto está aun en fase inicial.
Políticamente incorrecto
El Ineos Grenadier va a contracorriente de las tendencias del mercado. ¿Suicida? Probablemente no porque es cierto que el segmento de los todoterrenos puros está casi abandonado. Y ahí es donde el Ineos Grenadier quiere pescar. Para lograrlo, utiliza anzuelos tan seductores para un amante de la aventura como chasis de largueros, eje rígido delante y detrás, tracción 4×4 permanente, caja de transferencia mecánica… O sea un provocador con un ángulo de ataque de 35,5º, de salida de 36,1º, ventral de 28,2º y una altura libre al suelo de 26,4 cm con posibilidad de vadear a un profundidad de 80 cm durante cinco minutos.
Apenas hay concesiones a la parafernalia digital que últimamente tanto se lleva.
Lo que no lleva es toda esa parafernalia de pantallas y sofisticados sistemas de infoentretenimiento tan habituales en otros modelos. Apenas una veintena de centralitas electrónicas para simplificar la reparación en caso de que se tenga un percance en el desierto, en el Amazonas o en cualquier lugar sin asistencia. En España esa tarea de mantenimiento se desarrollará a través de una red inicial de ocho concesionarios y siete puntos de Bosch Services, aunque Ineos ya ha dicho que está ampliando la red.
Tendrás que esperar
Está previsto que el Ineos Grenadier, directo competidor del Land Rover Defender, se ponga a la venta este verano en versión de cinco plazas. Más adelante llegará el de siete plazas y a mediados de 2023, la pick-up. El precio se desvelarán en abril, pero es poco probable que supere los 70.000 euros.
La botonadura de la consola es tradicional.
