La primera caminata espacial exclusivamente femenina se había anunciado con entusiasmo como un hito para la astronomía. Las estadounidenses Christina Koch y Anne McClain harían historia por tratarse de la primera vez que dos mujeres realizaban dicha operación. La fecha prevista era 29 de marzo, un mes significativo, pero ahora un problema ha echado por tierra tal hazaña a causa del eterno problema ergonómico que, como no podía ser menos, afecta también a las astronautas.

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NASA

La agencia estadounidense NASA anunció ayer la cancelación de la caminata para McClain porque no hay suficientes trajes espaciales del tamaño adecuado a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS). La astronauta hizo una salida la semana pasada con el ingeniero de vuelo Nick Hague y descubrió un defecto en el tamaño del torso superior del traje, según un comunicado de la NASA. Ante la imposibilidad de corregir este problema antes de la fecha programada, la agencia espacial ha decidido que sea Koch quien lo use y en el lugar de Mc Clain viaje con su colega Nick Hague.

Son prendas unisex

Los trajes espaciales a bordo de la ISS se componen de un conjunto de piezas (torso, brazos, guantes…) que se combinan para adaptarse a los cuerpos de los astronautas, según Brandi Dean, una portavoz del Centro Espacial Johnson en Houston, donde se encuentran las oficinas centrales. No existen versiones masculinas y femeninas. A bordo de la Estación, hay dos combinaciones para cada uno de los tres tamaños, mediana, grande y muy grande. Cualquier pieza de repuesto requiere un mínimo de 12 horas de trabajo. Una vez en el espacio, las tallas suelen requerir algunos ajustes en función de los cambios provocados por la microgravedad. Cada traje se considera una auténtica nave espacial personalizada y diseñada para garantizar la vida humana en un entorno tan hostil como es el espacio.

Hasta hoy se han registrado 214 salidas espaciales, pero todas eran exclusivamente masculinas o de una pareja de hombre y mujer. Las reacciones en las redes sociales no se han hecho esperar, calificando el incidente como vergonzoso y sexista. ¿La Nasa no pudo haber reemplazado el traje antes que a la astronauta?, se preguntan los usuarios.

En 2017, la agencia ya emitió una auditoría advirtiendo del estado de los equipos que se usan actualmente. De los 11 trajes espaciales, siete se encuentran en reparación. Aunque se están preparando unos nuevos, el proceso es largo y exige costos extraordinarios.

Marian Benito