La misión de exploración de Marte de la Agencia Espacial Europea Mars Express ha localizado un sistema de antiguos lagos interconectados que alguna vez recorrieron el subsuelo del planeta, cinco de los cuales podrían contener minerales fundamentales para la vida.
A pesar de su aridez, Marte muestra señales convincentes de la existencia de grandes cantidades de agua en el pasado. Son valles y ramificaciones de cauces, formaciones cuyo surgimiento no habría sido posible sin agua. El año pasado Mars Express detectó también un depósito de agua líquida bajo el polo sur del planeta. Este nuevo estudio corrobora la importancia del agua subterránea en el pasado del planeta marciano.
La explicación que ofrece Francesco Salese, de la Universidad de Utrech (Países Bajos) y autor principal del estudio, es que Marte fue un planeta acuático hasta que el cambio de clima provocó que el agua se filtrara bajo la superficie, formando depósitos y capas freáticas. “Durante nuestra investigación, hicimos un seguimiento del agua, ya que su escala y su importancia son objeto de debate, y detectamos la primera evidencia geológica de un sistema subterráneo a escala planetaria en Marte”, indica.
Una topografía más que evidente
Salese y sus colaboradores exploraron 24 cráteres profundos y cerrados en el hemisferio norte de Marte, a unos 4.000 metros por debajo del nivel del mar marciano (un nivel que, dada la falta de mares en el planeta, se define arbitrariamente a partir de la elevación y la presión atmosférica).
En la base de estos cráteres encontraron formaciones que sólo podrían haberse desarrollado en presencia de agua. “Muchos cráteres contienen múltiples formaciones, todas a profundidades de entre 4.000 y 4.500 metros, lo que indica que en algún momento tuvieron depósitos y flujos de agua que cambiaron o retrocedieron con el tiempo”, dice el estudio.
Dichas formaciones incluyen canales entallados en las paredes de los cráteres, valles formados por la erosión de las aguas subterráneas, deltas curvados que se cree que podrían haberse formado cuando los niveles hídricos aumentaron y disminuyeron, terrazas en las paredes de los cráteres formadas por el agua y depósitos de sedimentos en forma de abanico.
Por otra parte, el nivel del agua coincide con las líneas de costa de un supuesto océano marciano que pudo haber existido entre 3.000 y 4.000 millones de años atrás. “Creemos que este océano se podría conectar con un sistema de lagos subterráneos extendidos por todo el planeta”, argumenta Gian Gabriele Ori, director de la International Research School of Planetary Sciences de la Università D’Annunzio (Italia) y coautor del estudio. Los lagos habrían estado allí al mismo tiempo que el océano.
Evolución de las cuencas
El equipo también detectó en cinco de los cráteres signos de minerales asociados al surgimiento de la vida en la Tierra: arcillas, carbonatos y silicatos varios. El hallazgo refuerza la idea de que estas cuencas marcianas habrían contado en el pasado con los ingredientes necesarios para albergar vida. Además, se trata de las únicas cuencas lo bastante profundas como para coincidir con la parte de la corteza marciana saturada de agua durante largos periodos de tiempo, por lo que aún hoy podrían quedar pruebas enterradas en los sedimentos. La exploración de estos lugares podría revelar cuáles eran las condiciones adecuadas para la vida en el pasado. “Hallazgos como este son de una importancia enorme, ya que nos ayudan a identificar las regiones de Marte más prometedoras para la detección de signos de vida pasada”, señala Dmitri Titov, científico del proyecto Mars Express de la ESA.
Fuente: ESA
Marian Benito