No, no se trata de una de las 10 plagas de Egipto, y eso que perfectamente podría ser la primera de ellas, porque parece que las aguas de este lago de Australia se han transformado en sangre rosácea. Aunque pueda asemejarse al escenario de un gran crimen, se trata de un fenómeno natural que sucede todos los años durante los meses de verano en lago Hutt situado en el interior de Westgate Park, en Melbourne. Lo que sucede, es que algo que había pasado desapercibido para muchos durante años, ahora es una atracción turística más que trae a ordas de millennials queriéndose hacer una fotografía con el lago de fondo. Pero, ¿por qué tiene este color rosa?
Este lago no es natural. Fue construido por la mano del hombre para reemplazar la marisma original que estaba situada en ese lugar y contiene enormes cantidades de sal en su interior. Si a esto le sumamos las altas temperaturas que está teniendo el país estas últimas semanas con la poca lluvia que cae en la zona, las algas que crecen en el lago producen un pigmento rojo produciendo esta tonalidad. Recibe el nombre de betacaroteno y forma parte del proceso propio de fotosíntesis que tiene lugar en el interior del agua.
Según la experiencia de otros años, el lago permanecerá con este color al menos hasta bien avanzado el otoño de Australia (abril-mayo), cuando las temperaturas sean más leves y comience a llover en el país. Esto devolverá el color azul a sus aguas.
No es el único lago rosa de Australia. Además del lago Hutt, también está el lago Hillier (en la imagen superior) del archipiélago Recherche; los lagos Victoria en el Parque Nacional Murray-Sunset y el «Lago Rosa» cerca de la localidad de Esperance.
Manténganse alejados, por favor
A pesar de que estas aguas puedan parecer tóxicas, no lo son, al menos para la fauna y flora local. Pero las autoridades de Melbourne están preocupadas por la cantidad de personas que se acercan hasta allí, por lo que están advirtiendo que no se les ocurra entrar en contacto con las aguas. Y es que las cantidades de sal son tan elevadas que podrían llegar a producir graves irritaciones en la piel. Eso sí, parece que la gente no está muy preocupada por ello y siguen acudiendo en masa con su móvil, como podemos ver en estas imágenes.
Alberto Pascual García