Las mariposas Heliconius son un grupo diverso de especies que viven en regiones tropicales de América Central y del Sur. Muchas tienen patrones de alas y colores que imitan a otras especies para protegerse de los depredadores. Una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Chicago muestra que en las mariposas de la especie Heliconius cydno, solo un gen controla si la mariposa tiene manchas blancas o amarillas en sus alas
En el estudio, publicado en Current Biology, los investigadores desarrollaron un mapa genético utilizando mariposas blancas y amarillas de H. cydno. Luego estudiaron las secuencias del genoma para identificar un solo gen llamado aristaless1 (al1) que actúa como un interruptor para la coloración amarilla y blanca.
“Durante décadas, las personas han cruzado estas mariposas y sabían que este interruptor blanco contra amarillo estaba en un punto en el genoma, pero hasta ahora no se había podido localizar al responsable – explica Marcus Kronforst, líder del estudio –. Ahora, con CRISPR podemos eliminar el gen y ver qué sucede. Resulta que la innovación evolutiva aquí no es que una especie gane un pigmento, sino que encienda un gen para reprimir un pigmento presente de forma ancestral”.
También hay evidencia de que el mismo gen puede estar vinculado a las preferencias de apareamiento para el color. Los machos blancos de H. cydno prefieren a las hembras con manchas blancas, mientras los machos amarillos se inclinan por las de su mismo color.
«Si fue la selección natural lo que impulsó esta preferencia o es coincidencia que ambas estén vinculadas, esta podría ser parte de la razón por la que tenemos un grupo tan diverso de mariposas – concluye Kronforst –. Cuando el color y la preferencia por el color están vinculados entre sí, se produce una evolución muy rápida”.
Juan Scaliter