Llega el verano y el sexo se convierte en un reclamo habitual, con sus mitos y sus leyendas. Que si apetece más con el calor, que el verano nos inclina más al sexo… pero ¿qué dice la ciencia al respecto?
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the Royal Society of Medicine, la actividad sexual tiene su apogeo en los meses de verano. Y la verdad es que hay varios motivos para ello.
Durante los calurosos días de verano, la gente lleva menos ropa, o prendas más reveladoras. Un análisis publicado en Frontiers in Psychology señala que cuando usamos menos ropa, nuestra mente humana se inclina más a ver a los demás simplemente como un cuerpo que puede ser usado para el placer. Esto no quiere decir que eso sea algo bueno, de hecho habría que modificarlo, pero actualmente nuestra mente funciona así.
Otra razón por la que los meses de verano aumentan nuestro deseo sexual es simplemente por el sol. Una exposición solar más prolongada reduce los niveles de melatonina en nuestro cuerpo. Esta disminución ejerce un efecto inverso en las hormonas sexuales, que se disparan.
Finalmente, un estudio, publicado en el Journal of Urology, analizó el efecto de la variación estacional en los comportamientos sexuales y los niveles hormonales en los hombres. Los resultados indicaron que los niveles de testosterona eran más altos en los meses cálidos que en los meses fríos. De hecho hubo un aumento de más del 25% en los niveles de testosterona en el verano en comparación con el invierno.
Juan Scaliter