Acudió al Hospital Aarhus de Copenhague, en Dinamarca, aquejado de un bloqueo en su orificio nasal izquierdo, una secreción extraña y el sentido del olfato reducido. Los médicos examinaron su nariz y el resultado entró a formar parte de la literatura médica: ¡le estaba creciendo un diente adicional!
Los doctores observaron que el tabique nasal de este hombre, de 59 años, se inclinaba hacia la izquierda y que tenía una extraña protuberancia alojada en su cavidad. Según relató el paciente, los síntomas de la obstrucción y secreción habían comenzado hacía más de dos años.
Posteriormente, una tomografía computarizada reveló que la causa de la obstrucción se debía a un diente intranasal que había erupcionado dentro de su nariz. Se sometió a una cirugía endoscópica y se extrajo la masa blanca con unas pinzas. Después de 10 días de antibióticos e irrigación con solución salina nasal, el hombre se recuperó por completo y los síntomas desapareciron.
Los autores del estudio, publicado en BMJ Case Reports, señalan que se trata de un fenómeno excepcionalmente raro, por lo que nadie debería preocuparse con el posible crecimiento de un diente cuando tiene la nariz taponada. Pero la pregunta es ¿qué pudo originar un diente intranasal?
El equipo médico están investigando este caso atípico y su primera pista la encuentran en el trauma facial que sufrió el paciente durante su juventud, que le provocó rotura en la nariz y la mandíbula. La nariz estaba tan destrozada que requirió de una intervención para recolocarla. Si bien el trauma no pareció afectar a la dentadura en ese momento, es posible que algún diente se desplazara y haya surgido posteriormente en la cavidad nasal. Es una de las hipótesis. Otra posibilidad es que la pieza dental haya estado allí durante la mayor parte de su vida adulta, sin que haya dado síntomas hasta los últimos años.
Marian Benito