El Sistema Solar sigue sorprendiendo a los científicos. 3 de junio de 2010. Júpiter emite un destello tan brillante que se pudo observar desde la Tierra con un telescopio pequeño. Lo lógico es que hubiera sido el impacto de un cometa o un asteroide. Sin embargo, la ardiente nube de escombros que acompaña a este tipo de fenómenos no se produjo en este caso.
Los científicos han ofrecido varias hipótesis, pero todavía no se ha podido dar con la explicación real. Algunos investigadores sostienen que el destello no fue un impacto, sino un relámpago joviano gigante. Sin embargo, desde la NASA se recuerda que sus naves espaciales nunca han visto rayos tan potentes.
Por el momento, la hipótesis más valorada es que el impacto se produjo por algo pequeño, con la suficiente fuerza como para producir un destello, pero que no dejó demasiados escombros. En cualquier caso, los científicos reconocen que todavía tienen que aprender más sobre Júpiter, que podría estar recibiendo más impactos de los que se conocen.

Redacción QUO