La nave espacial Cassini ha detectado señales de una lluvia primaveral de metano sobre las dunas cercanas al ecuador de Titán, la luna más grande de Saturno. Así lo señala un artículo publicado en la revista Science.

Los investigadores, un equipo de astrofísicos internacionales dirigido por Elizabeth Turtle, de la Universidad Johns Hopkins (EEUU), han observado canales secos similares a lechos de río en dichas regiones ecuatorianas, posiblemente vestigios de un clima más húmedo en el pasado. Titán es uno de los principales objetivos de los astrobiólogos por tener ciertas condiciones que podrían albergar vida.

Este satélite saturniano tiene lagos de metano en sus latitudes más elevadas, pero sus regiones ecuatoriales son en su mayoría áridas, con vastas expansiones de dunas. Gracias al Subsistema Científico de Imágenes de Cassini, el equipo de Turtle ha observado repentinas disminuciones en la brillantez de la superficie cerca del ecuador de Titán tras una explosión de nube.

Los autores consideran varias posibles explicaciones para estos cambios, incluyendo tormentas de viento y vulcanismo, pero concluyen que la precipitación de una gran tormenta de metano sobre la región es muy posiblemente la responsable del oscurecimiento.

Cassini lleva realizando observaciones de Titán desde 2004, pero solo duran alrededor de una cuarta parte de un año de Titán, en concreto su tardío verano del sur y su temprana primavera del norte. Los modelos atmosféricos predicen dichas tormentas cerca del equinoccio. En general, los hallazgos sugieren que los secos canales observados en las latitudes bajas de Titán podrían ser producidos por la precipitación estacional.

Redacción QUO