Los expertos siguen a la caza y captura del todavía hipotético Planeta X en nuestro Sistema Solar… Y mientras se afanan en esta tarea, han descubierto por casualidad un pequeño planeta enano, aproximadamente a 2,5 veces la distancia de Plutón en el momento en que fue encontrado.

Se llama 2015 TG387 y se le conoce como ‘El Duende’. Es bastante pequeño, incluso para un planeta enano (cuenta con apenas 300 kilómetros de diámetro).

Roberto Molar Candanosa and Scott Sheppard, courtesy of Carnegie Institution for Science

Los protagonistas de este nuevo hallazgo son los astrónomos Scott Sheppard (de la Carnegie Institution for Science), y sus colegas Chad Trujillo (de la Northern Arizona University) y David Tholen (de la University of Hawaii). Se trata del mismo equipo que está liderando la búsqueda del Planeta X. Según los investigadores, este descubrimiento todavía sugiere que el Planeta X está en algún lugar ahí fuera, entre el frío y la oscuridad.

Dentro de una órbita elíptica

Cuando fue descubierto, ‘El Duende’ estaba en alrededor de 80 unidades astronómicas (AU, la distancia entre la Tierra y el Sol). Para hacernos una idea, la distancia de Plutón es un promedio de 39.5 UA (aunque esto varía un poco porque su órbita es elíptica), llegando tan cerca como 29.7 en el perihelio y saliendo tan lejos como 49.3 UA en el aphelio. De hecho, cada planeta (y planeta enano) en nuestro Sistema Solar tiene una órbita elíptica, en diferentes grados (ninguno tan elíptico como el de Plutón). Pero la órbita de este nuevo planeta es asombrosa. Llega a 65 UA en su perihelio. Este no es el perihelio más lejano /Oort Cloud Objects 2012 VP113 y Sedna reclaman ese honor a 80 y 76 AU, respectivamente).

‘El Duende’ va mucho más lejos que ellos y, de hecho, que cualquier otro objeto conocido del Sistema Solar, excepto algunos cometas de largo período. Según su trayectoria, su aphelion es de 2.300 UA; Sedna, que estableció el récord anterior, tiene un aphelion de 937 UA. El nuevo planeta enano tarda 40.000 años en dar la vuelta al Sol una sola vez.

Debido a que estos objetos están tan lejos, no interactúan gravitacionalmente con planetas como Neptuno o Júpiter.»Estos llamados objetos de la Nube de Oporto Interior como 2015 TG387, 2012 VP113 y Sedna están aislados de la mayor parte de la masa conocida del sistema solar, lo que los hace inmensamente interesantes. Pueden ser usadas como sondas para entender lo que está pasando en el borde de nuestro sistema solar”, aseguraba Sheppard.

¿Qué nos está diciendo entonces ‘El Duende’?

Según Sheppard y sus colegas, hay algo ahí fuera. Algo hasta 10 veces la masa de la Tierra. Algo que tira de las órbitas de estos objetos “transneptunianos” hacia formas alargadas con su inmensa gravedad.

«Estos objetos distantes son como migas de pan que nos llevan al Planeta X», afirma Sheppard.»Cuantos más de ellos podamos encontrar, mejor podremos entender el sistema solar exterior y el posible planeta que creemos que está formando sus órbitas – un descubrimiento que redefiniría nuestro conocimiento de la evolución del Sistema Solar”, concluye.

La primera hipótesis del Planeta X se formuló en 2014, cuando Sheppard y Trujillo (después de descubrir el 2012 VP113) descubrieron las largas órbitas en bucle de objetos similares. Se agruparon de una manera que no parecía aleatoria (pero un planeta enorme más allá de Plutón podría haberlos arrastrado a la configuración observada).

No todo el mundo está de acuerdo en que el Planeta X realmente exista. A principios de este año, un equipo de investigación propuso una explicación alternativa para esas órbitas peculiares: un montón de rocas que se habían empujado unas a otras en trayectorias extrañas, como los coches de choque. Sin embargo, otros investigadores creen que hay «sesgos llamativos» en la detección de objetos transneptunianos.

Tanto si existe como si no, la ávida búsqueda del supuesto planeta está ciertamente acumulando otros hallazgos por el camino. Por ejemplo, el descubrimiento de 12 nuevas lunas jovianas, (anunciado a principios de este año), que nos hablan de un tiempo durante la formación de Júpiter, cuando el planeta aún estaba creciendo.

Y, por supuesto, ahora está ‘El Duende’ que, según simulaciones por ordenador que incluyen el tamaño y la órbita del Planeta X, podría ser guiado por un planeta gigante.»Lo que hace que este resultado sea realmente interesante es que el Planeta X parece afectar a 2015 TG387 de la misma manera que todos los demás objetos extremadamente distantes del sistema solar», afirma Trujillo. «Estas simulaciones no prueban que hay otro planeta masivo en nuestro sistema solar, pero son una prueba más de que algo grande podría estar ahí fuera”, asegura.

El trabajo del equipo ha sido enviado a The Astronomical Journal, donde está a la espera de su revisión.

Fuente: Sciencealert.com

Belén Robles González