Cyprien Verseux y Carmen Possnig son dos científicos que trabajan en la base científica más remota del planeta: la Estación Concordia, en la Antártida. La estación de investigación es un sitio de extremos: durante nueve meses no se pueden entregar suministros, los humanos más cerca están a 600 km de distancia (la Estación Espacial Internacional se encuentra a 400 kilómetros) y el Sol no es visible durante cuatro meses. Por si fuera poco las temperaturas pueden descender hasta los -80ºC.
Aprovechando los exiguos ratos de ocio, Cyprien y Carmen muestran a través de sus redes sociales las dificultades de vivir en este lugar, Y lo hacen con ejemplos muy sencillos, en este caso, qué ocurre cuando intentan cocinar en el exterior.
Las imágenes de sus desayunos son bastante elocuentes y un ejemplo de las duras condiciones que estos investigadores afrontan a diario.
Juan Scaliter