En 2015, los astrónomos detectaron una curiosa anomalía en torno a una estrella llamada KIC8462852. Se trataba de una fluctuaciones en su luminosidad realmente excepcionales, y que no seguían un patrón fijo. Parecía como si algo interfiriese en el brillo de su luz. Pero, ¿qué podía ser?

Se han barajado varias teorías. Desde que pudiera deberse a un campo de escombros planetarios, o al efecto de una nube de cometas en desintegración. Pero también se especuló con que pudiera deberse a la existencia de algún tipo de megaestructura extraterrestre.

Por supuesto, esta hipótesis alienígena ha sido valorada como la menos probable de todas. Pese a ello, ha sido también la que ha tenido más repercusión.

Pues bien, ahora, un estudio publicado en Notices of the Royal Astronomical Society, revela que los astrónomos llevan tiempo observando otra estrella que muestra idénticas fluctuaciones anómalas en su luminosidad. Recibe el nombre de VVV-WIT-07, y está en la Vía Láctea.

Nuevamente, los astrónomos manejan diversas hipótesis. Desde los citados escombros planetarios, a que pudiera tratarse de un objeto de Mamajek, nombre que reciben los exoplanetas con discos o anillos extremadamente grandes, y que serían una especie de super-saturnos.

Pero, de momento, ninguna de ellas ha sido aceptada como definitiva. aunque en este caos, la posibilidad de la megaestructura extraterrestre ni la plantean.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López