Las llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés), son un fenómeno astrofísico que tiene completamente intrigados a los científicos. Se trata de pulsos de radio muy fugaces que duran unos pocos milisegundos. Nadie sabe que las produce ni de donde proceden.

Lo habitual es que estas señales no se repitan. Hasta ahora, solo lo había hecho una, que fue detectada en 2015. Se repitió unas doscientas veces, y fue bautizada con el nombre de FRB 121102. Y, ahora, por segunda vez se ha detectado otra señal que se repite.

La han captado científicos canadienses con un radiotelescopio situado en la Columbia británica, y ha sido bautizada con el nombre de FRB 180814. Se calcula que se origina a 1.500 millones de años luz, una distancia más cercana que la señal detectada en 2015.

Por supuesto, las causas de la misma siguen siendo un misterio.

Fuente: The Guardian.

Vicente Fernández López