Al igual que los médicos buscan explorar más profundamente en el cuerpo con ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, y los astrónomos buscan mirar más lejos en el universo con telescopios espaciales y diferentes longitudes de onda de la luz, los neurocientíficos buscan nuevas formas de observar las células cerebrales. Una de las técnicas más prometedoras es la microscopía de tres fotones. Científicos del MIT han llevado a cabo el primer estudio de la actividad neuronal estimulada en un ratón despierto a través de cada capa de la corteza visual y, en particular, en la región conocida como subplato.

“Al optimizar el diseño óptico y otras características de los parámetros para realizar mediciones en el cerebro vivo – explica Mriganka Sur, líder del estudio, en un comunicado –, pudimos llevar a cabo descubrimientos novedosos que antes no eran posibles. El concepto ha existido, pero la pregunta era cómo hacer que funcione”.

En el estudio, publicado en Nature Communications, el equipo de Sur, demostró que a medida que los ratones observaban los estímulos visuales, sus observadores humanos podían medir los patrones de actividad entre las neuronas en las seis capas de la corteza visual y el subplato, proporcionando nuevos datos sobre su papel en la forma en que los mamíferos procesan la visión.

El hallazgo más sorprendente fue que el subplato, una capa delgada de fibras de «materia blanca» en su mayoría neurales, albergaba una población de neuronas con patrones de actividad que estaban ampliamente sintonizados con la información visual. El descubrimiento fue revelador ya que hasta ahora muchos neurocientíficos creían que las neuronas de esta región solo estaban activas durante el desarrollo. El hallazgo permite conocer y también estudiar en mayor detalle otras regiones del cerebro.

Juan Scaliter