El color del océano depende de cómo la luz solar interactúa con lo que está en el agua. Las moléculas de agua solas absorben casi toda la luz solar, excepto la parte azul del espectro, que se refleja hacia afuera. Por lo tanto, las regiones del océano abierto relativamente “áridas” aparecen como azul profundo. Si hay organismos en el océano, pueden absorber y reflejar diferentes longitudes de onda de la luz, dependiendo de sus propiedades individuales.

El fitoplancton, por ejemplo, contiene clorofila, un pigmento que se absorbe principalmente en las porciones azules de la luz solar para producir carbono para la fotosíntesis, y menos en las porciones verdes. Como resultado, se refleja más luz verde fuera del océano, dando a las regiones ricas en algas un tono verdoso.

El cambio climático está provocando cambios significativos en el fitoplancton en los océanos del mundo, y un nuevo estudio, publicado en Nature y liderado por Stephanie Dutkiewicz, explica el motivo. En las próximas décadas estos cambios afectarán el color del océano, intensificando sus regiones azules y verdes. Los satélites detectarán estos cambios en el tono, proporcionando una alerta temprana de cambios a gran escala en los ecosistemas marinos.

El equipo de Dutkiewicz informa que han desarrollado un modelo global que simula el crecimiento y la interacción de diferentes especies de fitoplancton o algas, y cómo la mezcla de especies en varios lugares cambiará a medida que las temperaturas aumenten en todo el mundo. El estudio ha simulado la forma en que el fitoplancton absorbe y refleja la luz, y cómo cambiará el color del océano a medida que el calentamiento global afecta la composición de las comunidades de fitoplancton.

Los investigadores ejecutaron el modelo hasta fines del siglo XXI y señalan que, en el año 2100, más del 50 % de los océanos del mundo cambiarán de color debido al cambio climático.

El estudio sugiere que las regiones azules, como las subtropicales, se volverán aún más azules, reflejando incluso menos fitoplancton. Algunas regiones que son más verdes hoy en día, como cerca de los polos, pueden intensificar ese tono, a medida que las temperaturas más cálidas produzcan grandes floraciones de fitoplancton más diverso.

“Nuestro modelo sugiere que los cambios no parecerán enormes a simple vista – señala Dutkiewicz en un comunicado –, pero sí serán lo suficientemente diferentes como para que afecte al resto de la red alimenticia que soporta el fitoplancton”.

Juan Scaliter