Para los pacientes con enfermedad renal en etapa terminal, un trasplante de riñón es la única esperanza para recuperar la calidad de vida. Pese a que España es uno de los países con menos lista de espera a nivel mundial, la realidad no es igual en el resto del mundo. Solo en Estados Unidos hay 95.000 pacientes en lista de espera para un trasplante de riñón.

En un reciente estudio, con implicaciones significativas para el trasplante de órganos humanos, un grupo de científicos, liderados por Teppei Goto, ha desarrollado con éxito riñones funcionales de ratones a partir de unas pocas células madre de donantes.

Los resultados del estudio, se han publicado en Nature Communications.

Durante mucho tiempo, los expertos han estado trabajando en formas de cultivar órganos sanos fuera del cuerpo humano. Uno de estos métodos, llamado complementación con blastocistos, ya había producido resultados prometedores. Los investigadores toman blastocistos (grupos de células formados varios días después de la fertilización del óvulo), de animales mutantes a los que le faltan órganos específicos, y les inyectan células madre de un donante normal, no necesariamente de la misma especie. Las células madre luego se diferencian para formar todo el órgano faltante en el animal resultante. El nuevo órgano conserva las características del donante original de células madre y, por lo tanto, puede usarse potencialmente en la terapia de trasplante.

“Anteriormente utilizábamos la complementación con blastocistos para generar páncreas de ratas en ratones mutantes apancreáticos – explica Goto –. Por lo tanto, decidimos investigar si el método podría usarse para generar riñones funcionales, que tendrían una aplicación mucho mayor en la medicina regenerativa debido a la alta demanda de donantes”.

Los intentos iniciales de los investigadores por cultivar riñones de rata en ratones no tuvieron éxito, ya que las células madre de rata no se diferenciaron fácilmente en los dos tipos principales de células necesarias para la formación de riñón. Sin embargo, cuando se intentó el escenario inverso, las células madre de ratón se diferenciaron eficientemente dentro de los blastocistos de rata, formando las estructuras básicas de un riñón.

Después de ser implantados en ratas embarazadas, los blastocistos complementados maduraron en fetos normales. Sorprendentemente, más de dos tercios de los neonatos de rata resultantes contenían un par de riñones derivados de las células madre del ratón. La detección adicional mostró que todos los riñones estaban estructuralmente intactos.

“Nuestros hallazgos – concluyen los autores – confirman que la complementación de blastocistos interespecíficos es un método viable para la generación de riñones. En el futuro, este enfoque podría usarse para generar órganos humanos derivados de células madre, lo que podría extender la vida útil y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo».

Juan Scaliter