El evento que vamos a vivir esta noche es importante porque hacía casi 4 décadas que no se veía algo así, y es que desde 1981 no coincidía en el tiempo una superluna y el equinoccio de primavera (el punto en el que el centro del Sol se encuentra directamente sobre el ecuador de la Tierra, haciendo que el día y la noche duren el mismo tiempo). Este año, la primavera llegará antes al hemisferio norte, justo a las 22:58, hora española, y la luna será llena unas 4 horas después, a las 02:43 minutos. Este evento es tan inusual que, aunque sea por un momento, mirad hacia arriba esta madrugada para contemplarla (y así tenéis otra historia que contar a los nietos).

Tal y como ha ocurrido con otras superlunas, podréis apreciar que esta luce más brillante y más grande de lo habitual. Esto se debe a que estará en su perigeo, el punto más cercano a la Tierra dentro de su órbita elíptica. Cuando se encuentra más lejos, la distancia es de al menos 407.100 km, pero esta noche estará a unos 363.700 (kilómetro arriba, kilómetro abajo). Pero, ¿de dónde viene el apellido de «gusano»?

No tratéis de encontrar ninguna figura extraña en el firmamento, es algo más sencillo. Los campesinos nativos de Norteamérica comenzaron en los años 30 a poner nombres a las diferentes lunas llenas que aparecían a lo largo del año. La del mes de marzo recibía el nombre de «gusano», ya que el deshielo primaveral traía consigo la primavera, el calor y con todo ello, los gusanos. De ahí, esta denominación.

Pero estas pueden recibir otros nombres como «de cuervo» (por los graznidos de estas aves indicando el fin del invierno) o «de savia o de azúcar» (marcando así el comienzo de la temporada para elaborar jarabe de arce).

Fuente: IFL Science / BBC

Alberto Pascual García