Para el cerebro en desarrollo, un período crítico es una época durante la cual el sistema nervioso es expresamente sensible a estímulos ambientales específicos. Estos son imprescindibles para la organización de los pensamientos y el aprendizaje entre otras características.
Durante la pubertad, se produce uno de estos periodos durante el cual los jóvenes aprenden a sociabilizar. Luego esa “puerta” se cierra. Y a otra cosa.
Pero de acuerdo con un estudio realizado en ratones y publicado en Nature, es posible volver a abrir esa puerta dándole a los roedores ya adultos una dosis única del medicamento MDMA (metilendioximetanfetamina, más conocido como éxtasis), un hallazgo que podría apuntar a nuevos tratamientos para los humanos.
Después de administrarles una dosis de MDMA a los ratones, los científicos, liderados por Gül Dölen, hallaron mayores niveles de oxitocina en el cerebro de los ratones, junto con un aumento de los comportamientos sociales, lo que sugiere que el cerebro es más flexible de lo que se creía anteriormente. Los experimentos demostraron que, en ratones maduros que recibieron MDMA, la oxitocina desencadena las sinapsis que codifican el aprendizaje y la memoria, lo que no suele ocurrir en ratones maduros.
«Esto sugiere que hemos reabierto un período crítico en ratones – explica Dölen en un comunicado – , dándoles la capacidad de aprender comportamientos de recompensa social en un momento en que están menos inclinados a participar en estos comportamientos”.
Actualmente, los expertos están investigando la MDMA como un tratamiento potencial para el trastorno de estrés postraumático, ya que estudios anteriores han demostrado que este químico ha ayudado a algunas personas.
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la comprensión de enfermedades del neurodesarrollo que se caracterizan por discapacidades sociales y de trastornos que responden a la influencia social.
Juan Scaliter