Ayer a última hora la Ciencia española se sentía algo confusa y porque no decirlo, algo desolada, al conocer la noticia de que el Ministerio de Ciencia e Innovación era uno de los recortes que tenía planeado el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Esta mañana, lo primero que han hecho la mayoría de científicos, divulgadores e investigadores ha sido mirar el BOE. Según apunta este, los temas de Ciencia e Innovacción serán gestionados desde ahora por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, que estará integrada en el Ministerio de Economía y Competitividad de Luis de Guindos.
Guindos será pues, a partir de ahora, el responsable de gestionar la política económica del nuevo Gobierno e intentar dar impulso al área científica con reformas y propuestas “para la mejora de la competitividad, la investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en todos los sectores”.
En un país que tiene un interés por la Ciencia de un 13,1% y en un mundo donde la Ciencia y la Tecnología se hacen cada vez más necesario ¿Qué implican estos cambios? ¿En qué afectarán a científicos e investigadores? ¿Qué podemos esperar? ¿Por qué en el Ministerio de Economía? ¿Eso es bueno o malo?.
Para profundizar en el importante debate, Quo ha querido contar con la opinión de científicos, investigadores y divulgadores de Ciencia para ayudarnos a entender la importancia de estos cambios. A lo largo de todo el día, iran llegando opiniones que iremos mostrando aquí. Tú también puedes darnos la tuya participando hoy en el hastag #cienciasinministerio. Ayúdanos a darle visibilidad a la Ciencia. Porque sí nos importa.
Aquí tienes ya algunas de ellas:
«Javier Armentia, Director del Planetario de Pamplona»: «Era algo esperado, pero lo más sintomático es que ni siquiera hay un ministerio que lleve «elnombre». Ni «Educación, Ciencia, Cultura y Deporte», que al menos mostraría que el tema interesa lo mínimo para guardar las formas. La ciencia apenas se mencionaba en el programa del partido que forma gobierno. Y aunque ahora se ponejusto en marcha una nueva ley de la ciencia, con estos mimbres no cabe esperar que se desarrolle con mucho interés ni con la inyección económica que la ciencia española sigue necesitando. En cualquier caso, durante muchos años, y sin ministerio de ciencia, han existido gobiernos que apoyaron la investigación y fueron disminuyendo ese diferencial presupuestario que sigue dejando a nuestro país detrás de las referencias europeas. Ojalá este gobierno, entonces, nos de una sorpresa. Habrá que esperar, evidentemente.»
«Rafael Bachiller, astrónomo«: «Es posible apoyar a la ciencia sin un ministerio específico, pero habrá que dotar adecuadamente (con personal y medios) a las nuevas estructuras. Para sacar la ciencia adelante, hay que dar peso político y medios tanto a la nueva secretaria de estado de I+D+i como a la nueva Agencia que debe crearse pronto según la Ley de la Ciencia.»
«Jorge Alcalde, Director de QUO«: «El Ministerio de Ciencia ideal es el que no existe… Pero eso es imposible. Sí, es cierto que la ciencia debería ser una preocupación transversal que afectara a todos los ministros y ministras del nuevo Gabinete. Porque todos ellos y ellas se levantan por la mañana, se duchan, desayunan y van a su despacho en coche oficial gracias a la ciencia.
Y todos (ellos y ellas) saben que el único modo de salir de la espiral de crisis sucesivas que afectan a España desde tiempos de Fernando VII es convertir nuestra economía de artefactos en una economía de conocimiento. Dejar de depender de la fabricación de cosas y pasar a depender de la generación de ideas.
Pero, ya que es imposible que el Ministerio de Ciencia se diluya entre todos los departamentos y, puestos a elegir uno que deba fomentar la investigación, que sea el Superministerio de Economía el encargado de ello no me parece cosa mala. Al menos, si eso se aprovecha para que, por fin, la transferencia de conocimiento entre la academia y la empresa empiece a dar frutos, la dependencia a la sacrosanta subvención comience a desvanecerse y los etéreos mercados consideren que la ciencia es una buena inversión. Si por ahí van los tiros, tendrán mi modesto aplauso. Si, por el contrario, la idea es condenar a la inanición a la ciencia básica, dejar todo el protagonismo a la patente productiva y diluir planes de acción científica globales a largo plazo, tendremos que hacernos periodistas deportivos… que esos sí que tienen ministerio.»
«Juan Ignacio Pérez Cátedra Cultura Científica y antiguo rector de UPV/EHU«: «A la ciencia le va a ir mal en los próximos años, porque los recortes que ha habido irán a más. Y eso ocurrirá con o sin ministerio específico. Yo no pienso que tenga que ser negativo para la ciencia que no haya un ministerio específico; a veces un ministerio solo es más burocracia. Pero no me parece la mejor opción que vaya en el Ministerio de Economía y Competitividad. Hubiera preferido que estuviera en Educación. No obstante, lo importante son las personas, esto es, quién será el Secretario de Estado, y quienes los directores generales. Dependiendo de su talante y capacidad la cuestión de la ubicación puede ser irrelevante.»
«Toni Calvo Roy, Presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica (AECC)«: «Lo relevante es que haya una buena política científica, presupuesto y capacidad de influencia, no si hay o no ministerio. Con ministerio, los recortes recientes han sido semejantes a los de cualquier otra área. Si en Economía lo consideran suyo y lo miman, puede llegar a tener mas relevancia.»
«José M. López Nicolás, Profesor Titular de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Murcia y editor del Blog Scientia.«: «A pesar de que el desarrollo de la Ciencia en nuestro país no tiene por qué depender de la existencia o no de un ministerio específico, no creo que encuadrarla en el Ministerio de Economía y Competitividad haya sido una decisión acertada. Desde mi punto de vista Educación hubiese sido la mejor opción. Sin embargo, hay algo más preocupante que el nombre del ministerio…el discurso de investidura del nuevo presidente. Si durante su intervención Mariano Rajoy hubiese dado muestras de apoyo incondicional a la Ciencia, tanto a la básica como a la aplicada, presentándola como uno los pilares imprescindibles para salir de la profunda crisis en la que estamos inmersos, la asignación de la misma a un ministerio u otro sería irrelevante. Sin embargo, el hecho de que prácticamente no se hablara de ella en ningún momento de la sesión de investidura ha provocado que todas las alarmas se disparen en la comunidad científica.
De todas formas, habrá que esperar acontecimientos y darles un voto de confianza a los nuevos gestores de la Ciencia en nuestro país para que logren que el papel de la misma sea crucial en el desarrollo de España, al igual que está ocurriendo en otros países en los cuales se está potenciando la Ciencia en estos difíciles momentos.»
Continuará….
Redacción QUO