No importa qué jabón uses ni con qué frecuencia lo hagas, aún así llevas docenas de pequeños arácnidos que se alimentan de ti, lo cual no es tan extraño, pero que también se aparean literalmente delante de tus ojos, en tus mejillas y párpados. Estos ácaros, de las especies Demodex folliculorum y Demodex brevis, se arremolinan en tus poros y allí viven una pacifica vida de unas dos semanas mientras se alimentan de la grasa de tu piel.

De acuerdo con un artículo publicado en Nature, estos seres espeluznantes tienen ocho patas, son transparentes y miden aproximadamente 0,3 milímetros y desde que salimos del vientre materno, los llevamos con nosotros. Todos.

Aunque no se sabe exactamente su número en el cuerpo, sí sabemos que durante el día duermen en nuestros poros y por la noche salen a la superficie a aparearse

Dadas sus preferencias dietéticas, los ácaros de la cara se sienten atraídos por los poros más grasientos de nuestro cuerpo, incluidos los que rodean las mejillas, la nariz y la frente. De acuerdo con un estudio publicado en 1992 en Clinical and Experimental Dermatology
, algunos folículos pueden contener media docena de ácaros al mismo tiempo con espacio para muchos más.

Pero no hay que preocuparse mucho: estos ácaros no representan amenazas conocidas para los humanos, a menos que se acumulen en cantidades realmente grandes, lo que a veces conduce a una enfermedad llamada demodicosis o sarna demodéctica. En los humanos, la demodicosis puede causar que se forme un brillo rojo o blanco en la piel, y a menudo se asocia con una disminución en la respuesta del sistema inmunológico.

Juan Scaliter