Debido a que el eje de rotación de nuestro planeta está ligeramente inclinado, una vez al año uno de los polos recibe la luz del sol las 24 horas del día. Como vemos en este dibujo, el eje de rotación de la Tierra siempre apunta al mismo lugar del cielo (no sigue el movimiento de traslación de la Tierra), de manera que una vez al año es el polo norte el que “mira” hacía el Sol y otra vez es el polo sur.
Este fenómeno sucede en regiones como la que visitamos, Laponia, situadas al norte del Círculo Polar Ártico.El número de días al año con sol de medianoche es mayor cuanto más cerca se esté del Polo. El efecto visual es que atardece y amanece sin que el sol llegue a ocultarse.
Lorena Sánchez Romero