Esta propiedad, cuyo término fue introducido en 1935 por Schrödinger (el del gato), es un proceso en el que una sola función de onda describe dos objetos separados.
Se da la particularidad de que estos dos objetos comparten una misma existencia, como si estuvieran unidos por un cordón umbilical invisible o una onda que, en teoría, se puede propagar por todo el universo.
Publicación de la sección #Quonectados del nº 200
Redacción QUO