En nuestro podcast hemos hablado con Mathieu Gonidec, del equipo del Dr. Morin, el responsable de este nuevo robot flexible, capaz de cambiar de color, como si de un calamar se tratara.
El robot es una máquina de silicona, con cuatro extremidades, enhebrada con varios canales diminutos y conectados a un sistema de control. Forzando aire a través de los canales éste puede “caminar”.
Stephen Morin y colegas ahora han añadido un componente cambiador de color al robot, utilizando una capa separada de microcanales a través de los cuales una variedad de tintes pueden ser ombeados. El artefacto puede así camuflarse a sí mismo, como lo hace un pulpo, o señalar su presencia como una luciérnaga.
Las temperaturas de estos tintes pueden ser modificadas, por lo que el artefacto puede también cambiar de color en el espectro infrarrojo. Este aspecto de la tecnología también estuvo inspirado por la naturaleza; algunas víboras, por ejemplo, pueden sentir luz infrarroja usando órganos especializados. Los autores proponen que en el futuro, máquinas con cuerpos más grandes o robots, que pueden portar fuentes de energía y surtidores, permitirán operación autónoma.
Artículo #5: «Camouflage and Display for Soft Machines,» por S.A. Morin; R.F. Shepherd; S.W. Kwok; A.A. Stokes; A. Nemiroski; G.M. Whitesides de Harvard University en Cambridge, MA.
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Redacción QUO
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