Un equipo de expertos de la Universidad de Washington, ha diseñado un sistema automatizado de robots para producir rápidamente mini-órganos humanos derivados de células madre.
El avance, descrito en Cell Stem Cell, promete expandir en gran medida el uso de mini-órganos en investigación básica y descubrimiento de fármacos.

La forma tradicional de cultivar células para investigación biomédica, es cultivarlas como láminas planas y bidimensionales, pero en los últimos años, los científicos han logrado cada vez más éxitos en el cultivo de células madre en estructuras tridimensionales más complejas llamadas mini-órganos u organoides. Estos se parecen a los órganos rudimentarios y en muchos sentidos se comportan de manera similar. Si bien estas propiedades hacen que los organoides sean ideales para la investigación biomédica, también suponen un desafío para la producción en masa. Según los autores del estudio, liderados por Benjamin Freedman, la capacidad de producir organoides en masa es la aplicación potencial más interesante de la nueva tecnología robótica.

En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron un sistema robótico para automatizar el procedimiento de cultivar células madre en organoides.
En este proceso, los robots vertían la “tinta” (células madre) en hasta 384 receptáculos, cada uno de ellos podía contener hasta 10 organoides. En 21 días el proceso se culmina y los organoides están completamente desarrollados. Así, los robots pueden producir muchas placas en una fracción del tiempo que se requería hasta ahora.

«Esta es una nueva arma secreta en nuestra lucha contra la enfermedad – señala Freedman en un comunicado –. Habitualmente, establecer un experimento de esta magnitud llevaría a un investigador todo el día, mientras que el robot puede hacerlo en 20 minutos. Además de eso, el robot no se cansa, ni comete errores. No hay duda: para tareas tediosas y repetitivas como esta, los robots hacen un mejor trabajo que los humanos”.

Juan Scaliter