Es tan fuerte, que quizá no deberíamos calificarlo de papel. Los investigadores han creado un «papel» magnético flexible y absorbente a partir de un aerogel de celulosa capaz de soportar la presión de hasta 28.100 kg/cm2.

Los aerogeles suelen utilizarse como aislantes, y combinan una notable resistencia con una baja densidad.

Redacción QUO