No es que no lo haya, sino que el campo magnético de Venus es muy débil. La Tierra y otros planetas lo tienen gracias al llamado “efecto dinamo” que produce la rotación del astro al mover el hierro líquido de su núcleo.

Lo que ocurre es que Venus rota demasiado despacio como para formar este campo magnético. En nuestro planeta y en otros, este actúa como escudo contra el viento solar, por eso las radiaciones en Venus son enormes e impiden que haya agua.

Enviado por Juanjo, correo electrónico

Redacción QUO